Pertenecientes al género Phoenicopterus; de estas aves acuáticas se conocen tres especies: el flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis), el flamenco común (Phoenicopterus roseus) y el flamenco rosado (Phoenicopterus ruber).

Puede recorrer largas distancias durante la época de migración y es uno de los grupos vivientes más antiguos de las aves.

El flamenco del Caribe (Phoenicopterus ruber) es la especie más emblemática del Estado de Yucatán debido a su color carmesí tan característico y a su elegancia al andar lo que propicia un gran valor turístico y distintivo al Estado. Su distribución es amplia, abarcando ambientes acuáticos costeros, como lagunas salinas y áreas de manglares principalmente en zonas del Caribe como la Península de Yucatán en México, Cuba, Bonaire, Colombia, Curazao, Venezuela entre otras, sin embargo es posible encontrar parvadas de la especie al sur de Estados Unidos y en las Islas Galápagos.

Es un ave de gran tamaño que llega a medir 1,40 m de altura con un peso de hasta 4.5 kg aproximadamente, su dieta es muy variada y rica en carotenoides (pigmentos naturales que le brindan el color característico) entre lo que incluye crustáceos, semillas, algas, insectos, gusanos entre otros organismos que puedan encontrarse en el sedimento de los humedales.

En Yucatán, el Flamenco del Caribe desempeña un papel diverso y muy importante en las comunidades ya que es una fuente de trabajo para muchas familias que se dedican al ecoturismo de avistamiento de aves, siendo el flamenco el principal atractivo lo que produce un “efecto dominó” contribuyendo a la procuración de sus parvadas en el área, al cuidado de su ecosistema y al de las especies que lo comparten como reptiles, peces, insectos, plantas y demás tipos de aves..